En esta etapa se trabaja según la metodología de Aprendizaje Basado en Retos. Este modelo de innovación pedagógica involucra al estudiante en una situación problemática real, relevante y de vinculación con su entorno próximo, la cual implica la definición de un reto y la implementación de una solución. Las materias académicas y sus contenidos se trabajan dentro de un planteamiento global donde cada aprendizaje es adquirido con una finalidad clara en la búsqueda de la resolución del reto.
En cuanto a evaluación, realizamos un cambio en línea con la metodología que hemos elegido, para ello la evaluación debe ser algo más que un proceso de puntuación del alumnado y de establecimiento de estándares de aprendizaje. Nuestra evaluación no será un acto puntual, aislado y secuenciado en el tiempo, sino que estará caracterizada por ser un proceso reflexivo y de aprendizaje, una evaluación formativa e integrada en todo el proceso de E-A, una evaluación encaminada a la evolución…donde primarán los consensos, la autoevaluación y la coevaluación, utilizando herramientas como rúbricas, telarañas, dianas de evaluación, diario de observación, diario de grupo, port-folio y e-port-folio entre otras.
La información de resultados dejará de ser cuantitativa, los resultados de aprendizajes no se calificarán mediante notas numéricas sino mediante descripción de los resultados de aprendizajes y destrezas alcanzadas y no alcanzadas. Se describirá el grado de desempeño adquirido por el alumnado y aquellos aspectos en los que deberá mejorar de cara a la optimización de los resultados, delimitando estos estándares de aprendizaje dentro de lo que llamamos Zonas de desempeño.
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